Frutucuman posee más de 2.000 hectáreas de campos en el sur de la provincia de Tucumán, una zona perfecta para la producción de frutas frescas por sus inmejorables condiciones geográficas y de clima subtropical, libre de heladas y enfermedades fitosanitarias.
Todos los campos, procesos, tratamientos, controles técnicos y plantas de empaque cumplen con las más altas exigencias mundiales, y cuentan con las certificaciones de Global GAP, GRASP y HACCP.
La adecuación a estos estándares, a cargo de personal especialmente calificado, y un riguroso proceso de control, hacen de Frutucuman una compañía reconocida internacionalmente por la calidad de sus frutas sin tratamiento post cosecha, entre las que se destacan especialmente sus arándanos orgánicos.